A continuación se muestran los diálogos dichos por Blake Langermann, protagonista de Outlast II.
Introducción[]
- Estoy despierto.
- Tenía que organizar los vídeos del hospital.
- ¿Qué?
- Oh. No. Es decir...
- Estaba soñando con Jessica Gray, aquella chica que conocimos de pequeños.
- Si.
- Si, parece todo muy vacío.
- Claro.
- Se va a oír de pena. Tenemos que...
- Todo en orden.
- Oye, Lynn. No creo que debas decir "asesinato". No lo sabemos.
- Es lo que pone en el informe policial.
- Vale, empecemos.
- Hostias.
- ¡Te tengo!
- ¡No te sueltes, Lynn!
Durante el juego[]
- Joder.
- ¿Lynn? ¡Lynn!
- Oh, joder.
- Jesús... es...
- No, no hay cadáveres. No está aquí.
- ¡Lynn! ¡¡¡Lynn!!!
- Encuentra a Lynn. Es todo lo que importa.
- Oh. Oh, joder. Joder, joder, joder, joder, joder.
- Eso... no ha sido cosa del accidente. Joder. Lynn.
- Un pueblo. Gracias a Dios, creía que estaba muy lejos de la civilización.
- ¿Hola? Estoy perdido y herido.
- ¿Hay alguien ahí? ¿Hola?
- Eh. Eh, hola...
- Hostias... Hostias, estás... No puede ser.
- ¿Quién...?
- Que... Que puta locura.
- Satanas Inminical Dei... Satanás nosequé de Dios.
- ¿Qué cojones...?
- Dios...
- Oh... Joder... ¿Quién?
- Dios me quiere muerto. Pues vale.
- Joder, mi cabeza...
- Es como si estuviesen hipnotizados.
- ¿Estás bien?
- ¿Qué cojones?
- Lynn... ¡¿A dónde vamos?!
- ¿Qué te pasa?
- ¡Joder, Lynn! ¡¿Qué está pasando aquí?!
- No pasa nada. Estoy aquí y vamos a salir de aquí.
- ¿Qué te han hecho?
- ¿Qué? ¿Lynn...?
- ¿Estás embarazada? ¿Qué coño está pasando?
- Si. Vale.
- Arg, ¡Lynn! S- Suéltame... ¡Suéltame! Lynn... ¡Lynn! No... fug... Hijos de puta, soltadme... Dejadla en paz, ¡Dejadla en paz! No, Lynn. ¡Lynn! Ug, ¡que os den!
- ¡Lynn! ¡Espera! No, espera. No. ¡No! ¡No! Me cago en la puta...
- ¡Hijo de puta!
- ¡Oh, joder! Lynn... ¡Lynn!
- Joder. Dios mío.
- ¿Qué coño eran...?
- Los llamaron Herejes...
- Llamaron "madre" a Lynn...
- No solo está el culto...
- Hay dos bandos. Los cristianos y... otra cosa...
- ¿Qué cojones...?
- Vale, estoy soñando. O eso, o se me ha ido la olla.
- ¿Cómo coño puedo salir de aquí?
- La clase de música.
- Lamento tener que hacer esto. Tendrías que haberme querido. Tendrías que haberme ayudado. Dios, perdóname. No sé qué hacer. Lo siento mucho, Jessica.
- Jessica... ¿Y Lynn? Cuando estabamos...
- ¡Oh, joder! Vuelvo a estar en cuarto. Y yo que pensaba que la situación no podía empeorar.
- No. Todavía no.
- ¿Quién eres?
- Pero, es decir... ¿Eres uno de ellos? ¿Y en qué bando estás?
- Pero no eres uno de esos otros. De los... Herejes.
- Lo lamento.
- Doña María.
- Tu hija... ¿Estaba embarazada de ocho meses? ¿Era rubia y tenía el pelo corto como un chico?
- Es por ella que he venido aquí.
- ... Está bien.
- Espero que encuentres a tu hija.
- No me has entregado a ella. Pese a que... Gracias.
- Oh, joder. Ella no.
- Hostia puta.
- ¿Qué coño ha sido eso?
- Una Iglesia.
- No. Es una especie de... templo hereje.
- Esa ha de ser la capilla.
- Se ha ido la luz. Supongo que habrá un... generador o algo por aquí.
- Salvo que esta mierda funcione a base de oraciones.
- Consigue arreglar el ascensor.
- Eso debe ser... A ver si consigo regresar al ascensor...
- No me jodas...
- ¡¿Qué esperas de mi?!
- ¿Jessica...? Me he vuelto loco.
- Esto era de Jessica...
- ¿Jessica?
- Joder, Jess...
- Mierda.
- Oh... joder. ¡No!
- Ah... Vale... Vale...
- ¿Qué coño es esto?
- Vale. ¿Qué cojones...?
- ¿Me estaré volviendo loco?
- Señorita, no tengo ni puta idea de qué coño quiere de mi su Dios.
- Me llamo Blake.
- No soy el padre de nadie. Tan solo...
- Las minas. ¿Dónde coño están las minas?
- Tiene que haber un modo de detener la rueda.
- Con eso debería bastar.
- Seguro que el camino a la mina está por aquí cerca...
- Si logro abrir la puerta, podría pasar por ahí.
- Una puerta. Pero la cadena está rota.
- Puede que haya... algo que pueda usar.
- Ug... Joder. Deberían rezar por una buena refrigeración.
- Un gancho.
- Vale, Joder. No te detengas.
- Esa es la mina.
- Donde... están los herejes. O... a donde se han llevado a Lynn.
- Espera. Espera. Esto fue antes de encontrarla colgada.
- Despierta. Despierta.
- Sigo aquí.
- El juego del ahorcado. Lynn y Jess solían jugar a esto.
- La otra mitad ha de estar por aquí cerca.
- Jessica hubiese dejado un ahorcado por aquí, para que Lynn lo encontrase.
- Imperdonable. Parece ser correcto...
- He vuelto. ¿Qué cojones...?
- Estaba justo aquí...
- Oh, joder... No está tan lejos. No es tan grave.
- ¡JODER!
- Supongo que usaré el camino largo...
- Ay, Dios...
- Ug... ¡Joder!
- Tiene que haber... algún otro camino.
- ¡Arg! ¡Joder!
- ¡NO ME JODAS!
- Vuelve, Jess.
- ¿Qué coño...?
- ¡No! No... ¡Soltadme! Joder... ¡Soltadme! Joder... ¡Joder, jodeeer!
- ¿Qué...? No hagas esto... Por favor.
- E... ¿Evangelio?
- ¡Espera! Espera... Espera.
- No. ¡No!
- Ay, Dios. Joder. Dios.
- Joder. Detén la hemorragia. Tengo que...
- Joder, joder, joder, joder, joder... Hostia puta. Joder, cómo duele.
- Putos buitres... ¿Cuántos cadáveres habéis desfigurado ya...?
- No dejo de retroceder. ¿Qué cojones...?
- No... ¡No, por favor! ¡Basta, por favor! Por favor...
- Malditos hijos de la gran puta... Ay, Dios...
- Esa debe ser la mina. ¿Cómo coño hago para bajar hasta allí?
- Joder. No puedo...
- Una cuerda. Necesito una cuerda.
- La azotea. Tal vez pueda...
- ¡Jessica! ¡Jess! ¡Eh!
- Jessica, ¿puedes oirme?
- Jess, ¿estás ahí?
- Un lago. Dirígete al otro lado del lago.
- Vale. No pienso meter ni un dedo en ese agua.
- Algo va mal. En este lago falla algo.
- Pero, ¿qué coño...?
- Una balsa. Podría usarla para cruzar.
- Son las señales del apocalipsis.
- Le ruego a Dios que tan solo sea que estoy perdiendo la cabeza.
- ¡Arg! ¡Que mierda de barco!
- Venga... Venga... Tan solo...
- ¡Oh, joder! ¡Vamos, joder!
- Esos eran los que se llevaron a Lynn. Estoy cerca.
- Ya casi he llegado Lynn.
- El culto la quiere matar. Son buenos cristianos y Dios les dijo que tenía que morir.
- Pero los demás... Los herejes quieren que tenga a la criatura. Para escupirle a Dios en la cara.
- ¿Qué harán cuando vean que no hay bebé? Tengo que... Joder. Voy a por ti, Lynn.
- Joder. ¡Joder, la balsa! Por favor, que siga ahí...
- Ahí está la balsa. Si tan solo pudiese... cruzarlo.
- Ni de puta coña, joder.
- Ahí está la mina.
- Lynn. ¿Qué le están haciendo? Se creen que es la madre de alguien. Me llamaron "el Padre". Pero no soy... Llevamos meses sin... No puede ser.
- PERO ¡¿QUÉ COÑO...?!
- Hijo de puta.
- Joder. Vale...
- La entrada a la mina suele estar en el piso superior.
- Un momento. ¡¿Lynn?! ¿La habéis visto?
- Ya viene.
- Todavía puedo salvarla. Jess. Yo...
- Lynn. Se llama Lynn.
- ¡Oh, joder! ¡Lynn!
- ¡¿Qué le has hecho a Lynn?! ¡¿Dónde está?!
- ¡¿Dónde está Lynn?!
- Ay, Dios. Estáis todos enfermos. ¡¿Dónde está?!
- Joder, esos cables están cargados. ¿De dónde cojones sacan la energía? Tiene que haber un modo de apagarlos.
- Dios mío... ¡Lynn! ¡Lynn! ¡Lynn, estoy aquí!
- ¡Joder! ¡Joder! ¡Lynn! ¡Lynn!
- Estás embarazada. ¡¿Por qué... estás embarazada?!
- No... No voy a dejar que te maten.
- Tenemos que salir de aquí.
- Debemos encontrar un refugio.
- Si.
- Es demasiado peligroso. No puedes...
- Vale, vale. Joder. Ten cuidado.
- Joder. Joder. Lynn. ¿Estás bien? Y-Ya bajo. Lo siento.
- Ven aquí.
- Todo va a salir bien, pequeña.
- ¡Oh, joder! ¡Vamos! ¡VAMOS!
- Rápido, debemos buscar un refugio.
- ¿Ha sido el bebé?
- ¡Allí! ¡La capilla! ¡Allí estaremos a salvo!
- No te detengas.
- ¡Oh, joder! La tormenta está empeorando.
- ¡Vamos, Lynn! ¡Tenemos que entrar ahí!
- Tienes que tumbarte.
- Puedes. Claro que puedes. No dejes de respirar.
- ¡Lo sé, pequeña, lo sé! Pero puedes hacerlo, ¿vale? Tú no dejes de respirar.
- No dejes de respirar. Empuja. Es...
- Lynn. ¡Lynn! Dios mío... ¡Lynn!
Joven Blake[]
- Vale... ¡Fuera! ¡Suéltame! Basta...
- ¡Déjame!
- ¡No!
- Vale... ¡Has ganado! ¿Te vale?
- ¿Lynn... te ha pedido que me lo preguntes?
- No lo sé.
- Cállate.
- Te lo pidió ella, ¿verdad?
- Tu también eres una friki.
- No... Suelen venir después de cenar.
- Si, claro. Mmm... ¿Por qué?
- ¿Por qué quieres venir a mi casa?
- Nos quedamos después de clase para trabajar. Ya nos ibamos.
- No es eso.
- ¿Qué?
- Ah, te refieres a hacer el numerito. Mmm.
- Nos estamos reservando para... la gran noche.
- ¡En serio!
- Pero nos... besamos en la mejilla.
- ¿O qué?