Videocámara

La videocámara es el objeto por excelencia de Outlast, Outlast: Whistleblower y Outlast 2. Es la herramienta empleada por sus tres protagonistas para recabar datos sobre todo lo que acontece en cada una de las tramas desarrolladas por Red Barrels Games. Es, de igual forma, la seña de identidad de la compañía, aportando una nueva forma de jugabilidad dentro del género de terror en los videojuegos.

La primera cámara dentro de la franquicia de Outlast viene de la mano de Miles Upshur, quien la empleará para recabar datos sobre el Hospital Psiquiátrico de Mount Massive al que ha sido enviado por una fuente anónima. En la extensión del primer juego, Outlast: Whistleblower, es Waylon Park quien también usa una videocámara robada de la Corporación Murkoff para filmar los sucesos que acontecen en el sanatorio mental una vez que el Walrider es liberado y comienza a asesinar a todos los internos y empleados del asilo. Por último, el protagonista de Outlast 2, Blake Langermann, será quien se adentre en Temple Gate armado con una videocámara, esta vez un modelo diferente al de las dos primeras entregas de Red Barrels.

Importancia[]

Salvo en Outlast: Whistleblower, la cámara nos acompañará desde el inicio del juego, y es uno de los objetos que más vamos a usar en la saga Outlast.

Outlast[]

En Outlast, la cámara aparece por primera vez al lado de Miles, dentro de su coche, en el asiento del copiloto; al lado de una carpeta con documentos y unas pilas. A lo largo de la historia, usaremos la visión nocturna, en especial en los lugares donde hay más oscuridad, como las alcantarillas o el exterior del edificio.

En uno de los objetivos, la cámara caerá por un agujero en el suelo del Pabellón Femenino. Nos veremos obligados a recogerla para proseguir en el juego. Será bastante complicado ya que es un sitio muy oscuro, además de que en cuanto recojamos la cámara, un trío de variantes nos perseguirá. Cuando se recupere la cámara, esta estará rota en la esquina inferior izquierda, empeorando nuestro campo de visión. Por ello, no hay que prescindir todo el rato de la visión nocturna, ya que será más difícil superar ese objetivo.

Outlast: Whistleblower[]

La cámara podrá usarse una vez que Waylon Park despierte de los experimentos sometidos por la Corporación Murkoff, dentro del denominado Proyecto Walrider. Se ubicará en una esquina del cubil, grabándolo. Una vez que se va la luz gracias a que el Walrider ha sido liberado, Park quedará liberado y tomará la cámara del trípode, para así tomar constancia de todo lo que acontece en el interior del Hospital Psiquiátrico de Mount Massive. En esta entrega, la cámara no se despegará en ningún momento de Waylon, al contrario de lo sucedido en Outlast.

Outlast 2[]

En Outlast 2, la cámara sufre los cambios más significativos respecto a las entregas anteriores. En este caso, la nueva videocámara de Blake Langermann es ligeramente diferente a las anteriores. Es mucho mayor, posee un micrófono incorporado a la izquierda de la lente y un foco en la parte superior de la cámara. El modo de visión nocturna también mejora considerablemente, siendo capaz de captar el sonido (L) y la respiración (R). Es de la marca ficticia Spatlin.

Al igual que en la primera entrega, en un momento de la historia, la cámara le será arrebatada a Blake, más concretamente en su encuentro con Laird Byron y Nick Tremblay. Langermann la recuperará poco después. De igual forma, Blake dispondrá de la cámara en las visiones donde revive la muerte de Jessica, con la excepción de que las grabaciones que tome no podrán ser visionadas de nuevo.

Modelo[]

Curiosidades[]

En la primera versión de la demo, Miles vuelve a cargar cuatro baterías a la vez.
El daño de la videocámara se puede quitar poniendo los efectos en bajos o muy bajos.
La videocámara que recoje Miles no es la misma, su camara se puede encontrar tirada a un lado de la mesa donde recoge la nueva